Una marca
con sabor y
honestidad
Comer es fundamental para vivir además de brindarnos un espacio de disfrute y socialización como pocas cosas en la vida. Cada vez estamos más concienciados de la importancia de consumir alimentos que sean sostenibles, no sólo para el planeta, a través de producciones ecológicas y de cercanía, sino también sostenibles para las personas que día a día trabajan para ofrecernos lo mejor de sus huertas, de sus caseríos o de sus elaboraciones. Fede Pacha y su equipo son cocineros amantes y defensores de los alimentos de calidad, de cercanía y de temporada. Un equipo con un propósito muy claro, cambiar el sistema actual de gastronomía y alimentación para que todos podamos acceder y disfrutar de una comida buena para nosotros, para quienes la producen y para el planeta.
La gastronomía como
herramienta social
Reto:
Crear una marca que nace del propósito de transformar el sistema. Uniendo el conocimiento y maestría de grandes cocineros con el buen hacer de los productores. Y partiendo de una premisa muy necesaria, llegar a la mayor cantidad de personas posibles, cada día, para poder hacer sostenible un modo de vida, más justo y equilibrado para todos.
Fede tenía claro el foco. Las cantinas o comedores de empresas son el lugar donde mucha gente come todos los días. Debíamos construir un modelo replicable en torno a las empresas.
Solución:
En un entorno competitivo saturado de propuestas de restauración y con una cultura gastronómica de altísimo nivel, buscamos la diferenciación más allá de las elaboraciones y el servicio, y escogimos la Honestidad como hilo conductor de la estrategia de marca. Una honestidad que lo empapa todo en la propuesta, desde el origen, al respeto para toda la cadena de valor de los alimentos y a las personas que trabajan en cada eslabón de la cadena. Trabajamos en varios posibles territorios de marca para condensar la propuesta en una esencia relevante y diferencial, Sabores de Realidad. Una cocina sabrosa, honesta y sostenible, que amplia los horizontes del slow food llevándolo a la mesa de cientos de personas cada día en sus entornos de trabajo.
Identidad:
La identidad verbal adquiere gran relevancia en el proyecto, que más allá de definir un tono directo, comprometido y atractivo, juega con la repetición de conceptos que inciden en la autenticidad y realidad que hay tras la marca. Porque cuando algo es excepcional decimos que es bueno, bueno; Y cuando queremos reforzar la credibilidad de algo decimos, de verdad de verdad. Un sistema verbal rotundo y con una personalidad muy marcada. Reforzando su espíritu reivindicativo animamos al público a unirse a “la rebelión de la comida ética”.
El estilo fotográfico destaca por un lado por los cocineros con sus tatuajes, sus gestos sinceros, en contacto estrecho con la materia prima,.. y por otro el producto, tanto en origen: sucio, irregular, imperfecto,…resaltando la belleza de lo real y el producto en crudo: limpio, impoluto, brillante, fresco, como si de joyas se tratase.
El estilo visual destaca sobre todo la viveza de los productos y la sinceridad que productores y cocineros trasladan. A través de un estilo fotográfico de poses orgullosas, con gestos sinceros y en contacto estrecho con la materia prima y con un producto de verdad, sucio, irregular, imperfecto,… resaltando la belleza de lo real y del alimento en crudo.
Sabores de realidad
Esta identidad se ha llevado no sólo a su logo con el baseline “Sabores de Realidad”. También a una activación en la que destacan sobre todo la web (www.fedepacha.com), menús, espacios, publicaciones propias, indumentaria…
