Un edificio
con identidad
propia

Hay edificios que son mucho más que cimientos, paredes o techos. Algunos son auténticos centros de vida para las localidades en las que se construyen y unos pocos se convierten con el tiempo en iconos de las mismas.

LANDETXE, situado en Oiartzun, preciosa localidad Gipuzkoana a los pies de Peñas de Aya, es una muestra de ello. En este pueblo de estilo medieval, tradicional, con un casco histórico increíblemente bien conservado necesitaban un edificio que respondiese a varias necesidades
para las que las instalaciones anteriores se habían quedado pequeñas y anticuadas. El nuevo Landetxe albergaría un auditorio destinado a actos culturales, instalaciones para la 3ª edad y diversos servicios municipales como la radio local o el departamento de euskera entre otros.

La decisión no fue fácil de aceptar por toda la ciudadanía: Una construcción totalmente actual y minimalista junto a su iglesia del siglo X.

  • · Brand Design
  • · Visual Identity
  • · Verbal Identity
  • · Brand Spaces

Reto:

El ayuntamiento de Oiartzun y el estudio de arquitectura Astazaldi, que había llevado a cabo el proyecto, se pusieron en contacto con TACTICCO para terminar de otorgarle la identidad que se merecía a la construcción.

Además de un nombre aceptado por el pueblo, heredado del edificio que ocupaba previamente ese solar, había que crear una gráfica propia, legible y reconocible. Un sistema sencillo que se adaptase tanto a papel como a pantalla y también a materiales con los que vestiríamos los interiores de Landetxe y crearíamos un sistema de señalética intuitivo y fácil de comprender para cualquier visitante.

Independientemente, esto también ayudaría al pueblo a entender la envergadura del proyecto y todo lo que el nuevo Landetxe les iba a aportar.

Identidad:

Analizamos los planos, nos reunimos con los arquitectos para entender qué ideas había detrás de esas formas tan sencillas y al mismo tiempo tan espectaculares y visualmente atractivas.

El edificio se trataba de un espacio inferior, el auditorio, con forma de cubo rectangular vaciado, ganado a la ladera, y sobre este, otro cubo también rectangular algo desplazado, en el que había dos pisos de servicios y oficinas varias.

Esta configuración tan simple y útil fue la inspiración para la marca. Dos cubos superpuestos vistos en perspectiva que juntos forman una sola unidad.

También se diseñó un sistema de iconos para ayudar a la comprensión de la señalética, pensando en futuras visitas de personas de cualquier país del mundo.

En lo que respecta a identidad verbal, siguiendo con la metáfora de lo lleno y lo vacío, quisimos identificar claramente a Landetxe como un agente dinamizador del bienestar y de la cultura de Oiartzun. Un espacio
lleno de actos y de servicios que son los que realmente llenan de vida y de futuro al pueblo.

La guinda fue que nos encargaran diseñar también parte del mobiliario de Landetxe, como parte fundamental de los espacios de marca, en consonancia con todo el reso de formas y materiales.