No solemos darnos cuenta de la importancia de una marca hasta que el negocio atraviesa un gran cambio. En el proceso de transformación, no solo cambian los datos de facturación, las direcciones, los contactos. Cuando tres empresas se fusionan, no solo se suman servicios o se optimizan procesos; se redefine el posicionamiento, se integran equipos, se reorganizan soluciones, cambia el nombre con el que clientes, empleados y proveedores han identificado a la empresa durante años. La marca deja de ser un conjunto de elementos visuales y pasa a ser el reflejo de una transformación profunda.
Eso es lo que ocurrió con Kuari, la nueva marca que surge de la fusión de Hoztu, Frigolan y Euskan. Tres compañías con un fuerte arraigo en la industria naval, pesquera y alimentaria que decidieron unir su conocimiento y capacidades para ofrecer soluciones más sólidas y globales.
Reto:
El desafío no era solo crear una nueva marca, sino proyectarla con claridad y coherencia en el mercado. La fusión de estas tres empresas requería una evolución estratégica que trascendiera el cambio de nombre. Kuari debía consolidar su posicionamiento como un referente en ingeniería aplicada a la refrigeración alimentaria y manipulación de pescado, destacando su mayor alcance, capacidad y visión de futuro.
Debíamos lograr: una transformación que genere confianza en el mercado. Que la nueva identidad transmita continuidad a clientes y proveedores. Y consolidarse como un proyecto con futuro para el equipo interno, asegurando que cada persona se sintiera parte de este nuevo capítulo.
El naming surgió a partir de la fusión de dos conceptos que conviven en la palabra KUARI. En Euskera, el sufijo “ARI” denota profesiones o personas expertas en una actividad y “KUA” hace referencia a “quality”. La letra “k” es un guiño al origen vasco. En síntesis, el nombre simboliza “Expertos en calidad”. Kuari representa la unión de las tres empresas en una compañía más potente, integrándolas en una sola voz.
Solución:
Para dar respuesta a estos desafíos, fue clave estructurar la oferta de servicios, alineando las soluciones bajo tres grandes áreas: Frío Industrial, Acuicultura y Pesca Salvaje, vinculándolas estratégicamente a sus respectivas industrias. Esto permitió comunicar con claridad la especialización de Kuari y su capacidad para adaptarse a distintos entornos.
Kuari no solo representa la unión de tres compañías, sino también la convergencia entre fluidez y control (nuevo territorio), una combinación que define su manera de operar.
Su gran herencia vasca, vinculada a la historia industrial-pesquera, y su propio conocimiento técnico y experiencia en entornos exigentes le permite moverse con agilidad, adaptándose a cada desafío sin perder precisión ni eficiencia. Esta esencia, encapsulada en su propuesta de valor Engineering mind, unbeatable quality, guía cada una de sus soluciones y procesos.
En términos visuales, la nueva identidad debía reflejar la ambición y confiabilidad de la marca, manteniendo un equilibrio entre su herencia industrial y su compromiso con la sostenibilidad. El Ocean Blue, color principal de Kuari, aporta profundidad y solidez, mientras que la paleta cromática de cada solución —Sea Blue, Ice Green y Sunrise Red— permite diferenciar sus distintas áreas de especialización. El símbolo de marca, inspirado en la fluidez, se convierte en un recurso clave para generar un lenguaje visual distintivo.
Más allá del cambio de nombre, la creación de Kuari representó la oportunidad de aportar estructura y claridad a la marca, consolidando su posicionamiento como un referente en ingeniería aplicada a la refrigeración y manipulación de pescado. No es solo el resultado de una fusión; es una marca diseñada para cuidar, optimizar y transformar la industria de manera sostenible.